El diario La Vanguardia, de Barcelona, publica hoy este artículo de Daniel Ureña:
Cómo se construye un líder político
Durante los últimos meses y semanas hemos asistido, con motivo de las elecciones americanas, a la construcción de la imagen de líderes como Barack Obama o Sarah Palin. Una de las cuestiones habituales que se plantean ante estos fenómenos es si cualquier persona, con un buen equipo de asesores, puede ser catapultada al éxito en política. La respuesta es no.
El liderazgo político requiere de una base, una sustancia y un contenido sólido. Sin fundamento pronto se vendrá abajo. Los asesores pueden, con mayor o menor éxito, potenciar los puntos fuertes y mitigar las debilidades de un político, pero afortunadamente, las ideas y los valores siguen importando. Por ello, los líderes más exitosos son aquellos que poseen una identidad clara, asentada en valores y en conceptos. Y es que los líderes políticos deben concebir su comunicación como la de cualquier otra marca, si bien siendo conscientes de que en la política entran en juego elementos muchos más complejos que en el ámbito comercial. La marca no es otra cosa que el lugar que un producto, un servicio o un líder, en este caso, ocupa dentro de la mente de la gente.
La política, en la sociedad actual, es una cuestión de percepciones. Por eso, el primer paso para la construcción de un líder político es la definición de su identidad, que no debe falsearse, sino que ha de estar asentada en la realidad. Barack Obama es un gran ejemplo de cómo a lo largo del último año y medio ha forjado una marca muy atractiva fundamentada en dos ideas: cambio y esperanza.
Este nuevo estilo de liderazgo está estrechamente relacionado con la influencia de los medios de comunicación en la política, especialmente la televisión y, desde hace poco, Internet. La televisión está produciendo la personalización de la política y la generación de historias en torno a ella. Y todo líder necesita una historia. Obama es el primer afroamericano que vence las dificultades para llegar a lo más alto de la política americana. John McCain es el soldado que ha servido con honor durante muchos años a su país y ahora lo quiere seguir haciendo desde la Casa Blanca.
Por todo ello, los elementos que un líder político a día de hoy necesita son, entre otros, una identidad nítida basada en valores e ideas; un gran dominio de la comunicación oral; un lenguaje adaptado a los medios de comunicación; un proyecto político y, como no, ese elemento innato llamado carisma.
Muy interesante. En la línea de construir a un líder político como una marca, me parece muy interesante y complementario el artículo que Robert Pasikoff tiene en su histórico (http://brandkeys.blogspot.com/2008_10_01_archive.html), del día 2 de octubre.
Sin embargo, coincido más con George Lakoff (cuando señala la importancia de trabajar los marcos conceptuales como principal tarea del equipo de campaña de un candidato.
En definitiva, Internet nos está acercando tanto a los candidatos políticos como lo estaban los romanos de sus conciudadanos. Y ya decía Cicerón en el siglo I a.C. que la virtud persuasiva más importante del orador era su propia sabiduría y coherencia entre lo que decía y hacía.
Tenemos una gran tarea por delante con los líderes españoles. Mucho ánimo.
agcasillas me podria contactar contigo para hablar de este tema de como frojar un lider político es para un trabajo universitario y me gustaría contar con usted. Espero un arespuesta si puede dirgase a mi por privado gracias un saludo.
[…] ella misma, y su partido, se sienten muy cómodos –por hacerse las víctimas-. En política, el liderazgo es el pilar fundamental en el que se forja un número uno. El político no siempre es un líder, y […]
[…] […]
[…] ésta fue nuestra máxima mientras forjábamos aquél que fue su primer y gran proyecto. Ante todo no perder su identidad, ésa que le definía como ser humano, que le permitía mantenerse firme en sus principios y hacer […]